Los Señores Feudales II


Foto: En Ayacucho, 1,846 detenidos por vulnerar el aislamiento social durante la cuarentena, según la cifra del 7 de Abril 2020
Los gobernantes tienen que ordenar y organizar los múltiples intereses en conflicto.

Al inicio de la cuarentena obligatoria decretada por el Poder Ejecutivo, publiqué en este diario un artículo titulado “Los Señores Feudales”. Mencioné en calidad de malos ejemplos a un alcalde que cerró “sus fronteras distritales” y a un Gobernador Regional que bloqueó el acceso a un aeropuerto.

Pues, tristemente, el mal ejemplo cundió y se expandió a nivel nacional. Los municipios están restringiendo, a fin mes, el derecho constitucional a transitar dentro de los horarios fijados por el Poder Ejecutivo, para acceder a alimentos, medicinas, etc. He detectado hasta 28 casos. Veamos algunos

PRIMER CASO: En Pucallpa, la Municipalidad Provincial de Coronel Portillo dispuso que los mercados solo podían atender de 4am a 12m y las bodegas y panaderías hasta las 12m.

SEGUNDO CASO: La Municipalidad Provincial de San Mateo —Huarochirí decretó un toque de queda disponiendo el cierre absoluto de todos los centros y locales de venta de alimentos ¡¡durante cuatro días!! (del 14 al 18 de abril). Desde entonces, el distrito solamente funciona los martes y sábados.

TERCER CASO: La Municipalidad Provincial de Huancavelica publicó un comunicado en el que se ordenaba “inamovilidad general en Huancavelica” del 6 al 11 de mayo [ver Correo 05/05/2020). Es más, lanzó la siguiente advertencia: “toda persona que se atreva a quebrar esta importante medida, será severamente castigada y demandada (sic) penalmente”. Y, para generar mayor impacto, utilizo indebidamente los logotipos de la Policía, Fiscalía de la Nación, Poder Judicial y Defensoría del Pueblo.

CUARTO CASO: La Municipalidad Provincial de Huamanga, Ayacucho, estableció un horario restringido para todos los establecimientos, de 5 am a 1pm. Además, un régimen de “pico y placa” según el DNI de las personas para circular solo dentro determinados días.

QUINTO CASO: Y, para no quedarse atrás con las provincias, en Lima, por ejemplo, la Municipalidad Distrital de Ate dicto una Ordenanza en la que restringió aún mas el derecho a transitar de sus vecinos estos solo pueden acudir a los mercados entre las 7am y 2pm.

Este tema no es inofensivo y supera lo anecdótico. En realidad, nos enfrentamos a una situación mucho más grave, que tiene que ver con el Estado de Derecho, tiene que ver con defender lo poco que nos queda de institucionalidad, tiene que ver con la defensa de nuestros derechos individuales y colectivos. Nuestra Constitución es clara al determinar que solo el Presidente de la República, con el acuerdo del Consejo de Ministros (ver articulo 137°), puede declarar el Estado de Emergencia y restringir o suspender el ejercicio de determinados derechos constitucionales relativos a la libertad y seguridad personales, la inviolabilidad del domicilio, y la libertad de reunión y de tránsito.

Lamentablemente, el señor Presidente está perdiendo el liderazgo en la lucha contra esta pandemia: el discurso se agotó, la sensación de cansancio es evidente, los ministros de las carteras claves (Salud, Interior y Educación) rotan en plena crisis, no estamos deteniendo la curva de contagios, las muertes se incrementan, los servicios de salud han colapsado. Ahí es cuando aparecen lo que he denominado los “señores feudales” que, rápidamente, se superponen a la Constitución y a la ley, sin ninguna consecuencia, con total impunidad. No se debe permitir que se desafié al orden constitucional y legal, menos en una situación de grave crisis.

Como indicó el científico español Juan Luis Arzuaga, la ciencia médica ya fijó los limites, es la hora de la política. Los gobernantes tienen que ordenar y organizar los múltiples intereses en conflicto. Ver cómo salimos de la encrucijada: morir por el COVID-19 o morir de hambre. Señor Presidente, convoque a los mejores economistas, sociólogos, comunicadores, forme equipos de trabajo multidisciplinarios; rodéese de los mejores, fije el rumbo correcto y manténgalo hasta el final. Eso es lo que hace un estadista.

Columna de opinión en Diario Gestión – 19/05/2020